Más de 25 años después de la significativa Cuarta Conferencia Mundial sobre Mujeres en Beijing, no hay ningún país en el mundo donde se halla conseguido la igualdad de género y la violencia hacia las mujeres sigue aumentando.
A escala mundial, el 35 por ciento de las mujeres ha experimentado alguna vez violencia física o sexual por parte de una pareja íntima, o violencia sexual perpetrada por una persona distinta de su pareja. Así mismo, quinientos millones de mujeres en 31 países y territorios viven crisis prolongadas y están expuestas al riesgo creciente de las violaciones de derechos humanos. La situación en Afganistán es muestra clara del serio peligro al que siguen expuestas mujeres y niñas en el mundo. Desde que los talibanes tomaron el poder, conformaron gobierno sin mujeres y se disolvió el Ministerio de Asuntos de las Mujeres.
En algunas provincias, las mujeres recibieron instrucción de no volver al trabajo o de no salir de sus hogares sin compañía de un familiar que sea hombre. Los centros de protección de mujeres recibieron ataques, y el personal que trabaja en ellos fue acosado. Los hogares seguros para defensoras y defensores de los derechos humanos de las mujeres, que incluyen activistas y periodistas, están al máximo de su ocupación.
La situación de las mujeres y las niñas en el país es preocupante, pero seguimos viendo que las mujeres luchan por sus derechos y exigen igualdad. Esto no ha cambiado, y no cambiará. Las mujeres afganas han estado en la primera línea de lucha por sus derechos durante siglos. Las mujeres afganas lograron el derecho al voto en 1919, antes de que este derecho fuese otorgado a las mujeres en los Estados Unidos. En 1921 se fundó la primera escuela para niñas. La constitución de 2004 consagra la igualdad de género. A través de las décadas, vemos cómo la incidencia de las mujeres afganas ha sido fundamental para el progreso del país en las áreas de paz y desarrollo y ahora todo ese trabajo está en serio peligro.
En conmemoración del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer este 25 de noviembre Ayudemos a un@ Niñ@ renueva su compromiso de trabajar para garantizar el acceso de las mujeres a servicios esenciales para la vida, incluidas las políticas de lucha contra la violencia contra las mujeres y las niñas. Estamos en un momento en el que es imprescindible una respuesta humanitaria con sensibilidad de género ante las múltiples crisis que nos enfrentamos en la actualidad: crisis humanitarias, COVID-19 y cambio climático. Por que si bien las formas y los contextos pueden diferir entre los distintos lugares geográficos, las mujeres y las niñas experimentan universalmente diferentes formas de violencia en entornos públicos y privados, en contextos de paz y en contextos de conflicto, así como en escenarios humanitarios o de crisis.
Las mujeres más marginadas, incluidas las mujeres con discapacidad, las refugiadas o las mujeres indígenas, entre otras, corren un riesgo desproporcionado y se enfrentan a mayores obstáculos para acceder a los servicios y a la justicia. La pandemia de COVID-19 ha demostrado que el mundo no estaba preparado para responder a la rápida escalada de todas las formas de violencia contra las mujeres y las niñas. Si queremos asegurarnos de que ninguna mujer o niña se quede atrás, necesitamos enfoques integrales e inclusivos que puedan adaptarse a contextos que cambian rápidamente, previniendo y respondiendo a todas las formas de violencia contra las mujeres y las niñas.
La prevención de la violencia requiere abordar las desigualdades económicas y sociales sistémicas, garantizar el acceso a la educación y el trabajo seguro, y cambiar las normas e instituciones discriminatorias de género. Las intervenciones exitosas también incluyen estrategias que garantizan que los servicios esenciales estén disponibles y accesibles para las sobrevivientes, que apoyen a las organizaciones de mujeres, desafíen las normas sociales inequitativas, reforman las leyes discriminatorias y fortalezcan las respuestas legales, entre otras.
Una de las herramientas para logar superar esta situación de violencia es la campaña de Naciones Unidas ÚNETE de aquí al 2030 para poner fin a la violencia contra las mujeres gestionada por ONU Mujeres, es un esfuerzo de varios años que tiene como fin prevenir y eliminar la violencia contra las mujeres y las niñas en todo el mundo. El tema de 2021 es “Pinta el mundo de naranja: ¡PONGAMOS FIN A LA VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES YA!”. Durante el período de 16 días que va del 25 de noviembre (Día mundial para la eliminación de la violencia contra las mujeres) al 10 de diciembre (Día de los derechos humanos), se realizarán actividades de activismo, información y difusión con el fin de erradicar esta lacra.