La alimentación escolar desempeña un papel crucial en la lucha contra la pobreza al garantizar que niños y niñas tengan acceso a alimentos nutritivos, lo que a su vez puede mejorar su salud, educación y oportunidades futuras.
La desnutrición crónica sigue siendo uno de los principales problemas que afectan a países en América Latina y el Caribe. Cuando esto se suma a un entorno poco favorable, el resultado son niños y niñas con dificultades en la escuela y más proclives a abandonarla, esto se traduce en una población joven sin expectativas de futuro y finalmente en adultos y adultas que no pueden salir del círculo de la pobreza.
Nuestro trabajo nos ha demostrado la importancia de apostar por la escuela como «espacio clave» porque garantiza la educación, protección y alimentación de la infancia más vulnerable, es por ello que una vez más y coincidiendo con el inicio del curso escolar en Nicaragua hemos dado comienzo a las actividades de abastecimiento alimentario en los comedores que forman parte de nuestra Área de Seguridad Alimentaria.
Será en el mes de marzo cuando den comienzo otras acciones de apoyo a la escolarización como es el aporte de lotes de materiales escolares (tanto a estudiantes como a docentes). Este primer paquete escolar es fundamental a la hora de fortalecer un mejor acceso de niños, niñas y adolescentes a su reincorporación al sistema educativo, porque supone un gran apoyo a las familias en situación de vulnerabilidad.
Así mismo se retomarán las actividades de salud preventiva escolar, enfocadas a proporcionar un acceso a las aulas más seguro y saludable, además son fundamentales para promover y enseñar hábitos saludables desde una edad temprana. Esto incluye hábitos como una alimentación equilibrada, ejercicio regular, higiene adecuada y gestión del estrés, que son fundamentales para prevenir enfermedades a lo largo de la vida.