España acoge en 2025 la IV Conferencia de Financiación para el Desarrollo, esta será también una buena oportunidad para ser coherentes con los discursos y cumplir con las leyes. Es el momento de dar una señal inequívoca, por ley, por justicia y por futuro.
A pesar de los discursos de apoyo a la cooperación y a los valores que representa, el Gobierno continúa sin dar un paso que es fundamental para su defensa y desarrollo: reforzar su financiación. Los presupuestos generales del Estado para 2025 son una excelente oportunidad para que el Gobierno materialice sus palabras en medidas claras y salte de los últimos puestos en Europa a una posición que se corresponda con la responsabilidad de España en el mundo.
La Ley de Cooperación -aprobada el año pasado por una amplísima mayoría- marca la dirección; según establece, los compromisos para alcanzar el 0,7% deben cumplirse en 2030. Sin embargo, los últimos datos del CAD y de la UE sitúan los fondos que España destina a cooperación en un 0,24% en el año 2023. Si no se toman medidas urgentes, este dato y las previsiones para 2024, con los presupuestos prorrogados, sacan a España de la senda progresiva de años precedentes y ponen en jaque la necesaria reforma del sistema. Esto es así porque, sin fondos, no es posible llevar a cabo intervenciones que respondan a la complejidad de los problemas existentes. A pocos años de 2030, deben tomarse decisiones firmes.
Medidas concretas, posibles y necesarias
La Coordinadora de Organizaciones para el Desarrollo (La Coordinadora) propone siete medidas para cumplir lo establecido en la Ley y responder con responsabilidad a los enormes retos globales que enfrentamos.
- Retomar la senda de crecimiento para la Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) para alcanzar el 0,55% al final de la legislatura (2027). Esto supone superar el 0,4% en los PGE 2025, o lo que es lo mismo, un presupuesto de alrededor de 6.000 millones de euros (M€). Esto supondría un aumento de más de 1.500 millones respecto a los anteriores presupuestos de 2023.
- Aumentar las partidas presupuestarias que garanticen y sostengan el crecimiento organizacional de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) y la Secretaría de Estado de Cooperación Internacional (SECI), instituciones clave del sistema de cooperación. También es necesario incrementar significativamente la AOD ejecutada por la AECID, superando los 1.500 M€ de aportación vía PGE 2025, dando por fin un salto cuantitativo necesario, facilitando el incremento de sus capacidades y dotándola de recursos para desarrollar su reforma y convertirse en verdadero pilar del sistema. Esto debe ser articulado con el resto de actores del sistema de cooperación.
- Apostar por una cooperación feminista. Debe crearse una oficina específica en la AECID, al más alto nivel, y garantizarse instrumentos y medidas adecuadas para operativizar una cooperación feminista y transversalizar los enfoques feministas en toda la AOD. Un 30% del presupuesto de la AECID debe ser específicamente para promover los derechos de las mujeres y las niñas.
- Garantizar una propuesta presupuestaria para la cooperación financiera realista y 100% ejecutable en los PGE 2025. Además, debe estar alineada con los objetivos de la Ley de Cooperación.
- Apostar por un multilateralismo transformador que incremente las aportaciones que se realizan desde las instituciones dedicadas a la cooperación, desde el Ministerio de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación (MAUC), pero también desde otros ministerios. Corresponsabilizar a otros ministerios y departamentos del MAUC que tienen capacidad de financiar intervenciones vinculadas y que impactan directamente en el desarrollo sostenible y el avance de la Agenda 2030 en los países donde está presente la cooperación.
El reto es enorme, la ambición de la Ley y las necesidades urgentes del planeta también. Solo acuerdos de Estado y una voluntad firme pueden hacerlo posible.