Las normas de género perjudiciales, la escasa prioridad que se da a los servicios de salud sexual y reproductiva seguros, asequibles y de calidad, y la precariedad de los sistemas sanitarios en los países de ingreso bajo y mediano no hacen más que limitar el progreso. Las crisis intensifican las presiones e interrumpen el acceso a la atención médica y otros recursos cruciales.
La guerra, los conflictos y los desplazamientos afectan gravemente la salud física y mental de las mujeres en todo el mundo.
Se estima que:
En el Sudán, que sufre una de las crisis de desplazamiento interno más grandes del mundo, más de 10,7 millones de personas han huido del hogar. Entre ellas, 1,2 millones de mujeres embarazadas y en etapa de lactancia que corren riesgo de malnutrición en 2024 el 40,8% de ellas en Zamzam (Darfur del Norte), ya padecen malnutrición aguda, con altos riesgos de complicaciones graves de la salud.
En el Afganistán, cada día mueren 24 mujeres al dar a luz. Para casi una tercera parte de las mujeres (31,9%) es muy difícil acceder a los centros médicos, y el 70% no decide sobre el cuidado de su propia salud. Las restricciones del régimen talibán en el campo de la educación podrían aumentar los partos prematuros un 45% y la mortalidad materna un 50%.
Pídele a papá y mamá que investiguen contigo como se puede hacer la inscripción para ser donantes de sangre, órganos y tejidos, es una buena forma de contribuir a mejorar la vida de las demás personas.
Cuando te vacunas además de protegerte a ti y a tu familia, también estas colaborando con la salud pública.
Come más frutas, verduras y productos frescos y bebe más agua restringiendo las bebidas azucaradas y con burbujas.
Ten más actividad, ve a los sitios caminando o en bicicleta, evita malos hábitos como el tabaco o el alcohol.
Si te encuentras triste y con angustia, si te sientes que te están amenazando o acosando, habla con papá y mamá y te proporcionarán la ayuda que necesitas para encontrarte mejor
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