En 2018, casi 2.300 millones de personas vivían en países con estrés hídrico. Sin agua potable segura, saneamiento adecuado ni facilidades para la higiene menstrual, ni en el hogar ni en los espacios públicos, las mujeres y las niñas tienen dificultades para llevar una vida segura, productiva y saludable. A raíz de la pandemia, estas adversidades se intensificaron, sobre todo para las mujeres y las niñas más pobres. En muchas sociedades, las mujeres son las responsables del abastecimiento del agua, del saneamiento y la salud del hogar. Las iniciativas para mejorar la gestión de los recursos hídricos, sin embargo, a menudo desestiman el papel central de las mujeres.
La falta de agua y de saneamiento tiene consecuencias sanitarias importantes. Cuando los miembros del hogar enferman, son las mujeres quienes asumen en mayor medida el cuidado de las personas, además de enfrentarse a amenazas adicionales para la salud, como el tracoma, que se relaciona con una higiene deficiente y que puede llegar a causar ceguera. Durante el parto, disponer de agua y de saneamiento puede ser una cuestión de vida o muerte, tanto para la madre como para el bebé. Siendo tan fundamental este objetivo es llamativo que tan sólo en una meta se introduzca la perspectiva de género y que no se encuentren indicadores específicos de género en este ODS.
En 2020, solo el 26% de 170 países trabajaban activamente en la incorporación de una perspectiva de género en la gestión, de este 26%, SOLO EL 24% había alcanzado cierto progreso, el 50% había conseguido escaso o ningún avance en el cumplimiento de los objetivos de género.
Las mujeres siguen representando, más del 60% de la fuerza laboral del SECTOR SERVICIOS... pero sólo el 19,7% en el SECTOR DEL AGUA.
Mujeres y niñas en su mayoría dedican más de 125 millones de horas en la tarea de recolectar AGUA en recipientes que pueden llegar a pesar 20 KG.
No pueden darse soluciones al problema del agua CON PERSPETIVA DE GÉNERO si en la actualidad siguen sin realizarse ANALISIS DISGREGADOS POR GÉNEROS del acceso desigual a los recursos hídricos, sobre todo en los países más vulnerables.
Las bañeras necesitan muchos más litros de agua que una ducha de entre 5 y 10 minutos.
Siempre que abras un grifo o vayas a usar el agua para cualquier cosa, bañarse en una piscina, en un río o lago limpio, en el mar… trata de pensar que tú eres una de las personas afortunadas en el mundo que dispones de acceso al agua y que debes hacer un uso sostenible de la misma y únicamente utilizar la necesaria.
Cierra el grifo cuando te lavas los dientes, te enjabonas las manos o cuando lavas los platos a mano. Por ejemplo, si nos lavamos los dientes con el grifo abierto gastamos alrededor de 6 litros, mientras que al abrirlo solo cuando lo necesitamos gastaremos menos de medio litro.
Cada vez que usamos la cisterna del inodoro gastamos entre 9 y 10 litros de agua…a veces, para arrastrar solo un papelito o cualquier otro residuo. Pon una papelera en el baño y úsala.
Llena una botella de agua y métela en la nevera, tendrás siempre agua fresca. No la dejes correr para conseguir agua fresquita.
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